11 de febrero de 2015

Adiós Tierra

Canta al sol, admira a la luna, venera al mar, cuida los bosques. Esto pensaba yo, mientras reposaba a orillas del mar.

Recuerdo tiempo pasados, en los que había bosques verdes. Los humanos, su avaricia, y sus deseos egoístas destruyeron los bosques poco a poco, sin preocuparse  del futuro.
También recuerdo el sol brillante en el cielo. Y cuando levantaba la vista hacia él deslumbraba y al final  apartaba la vista. El sol también fue arrebatado por el ser humano. Con su contaminación, y su poco interés por frenarla, provocaron un daño irreparable en el sol. Fue culpa de su egoísmo personal, lo justificaban con su economía.
Recuerdo el mar fresco y revoltoso, en el cual se podía vivir, divertirse, viajar. Y también refrescarnos, cuando hacía demasiado calor. Los humanos también nos quitaron esto, ya que calentó el hielo y lo derritió y siguió calentándolo y el mar se convirtió en un agua caliente y agobiante.
Mi familia y yo sobrevivimos un largo tiempo. Pero las condiciones extremas que impusieron los humanos causaron nuestro lento proceso de extinción.

Desaparecieron los bosques. El sol se escondió detrás de las nubes de polvo. También desapareció la frescura de los mares.

Soy la última en mi especie, y ya no puedo más. Moriré dentro de poco, ya no hay marcha atrás. Los humanos dieron a mi especie el nombre de delfín. Así que, supongo que soy el último delfín de la tierra.


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