3 de octubre de 2015

Vivir soñando

En aquel lugar donde las pequeñas coloridas mariposas arrancan los ojos de los feroces leones, masticándolos, saboreando su dulce sangre roja, engulléndolos.

Allí donde los arrodillaros alzaron un día sus caras con valor, el fuego ya no quema sus cuerpos con dolor, sino que alienta los latidos de su corazón.

Los piratas cantan, navegando a los cuatro vientos, gritando y luchando, alzando sus espadas con honor, con la libertad siempre puesta a su favor.

Donde el dolor es inexistente, pues las bellas criaturas de las más profundas cavernas del averno lo erradican sin compasión.

Donde no existe el olvido, ni los intentos de ello, pues los recuerdos constituyen los tesoros más valiosos y preciados de todos los seres, tanto de los que viven, como de los que ya lo hicieron.

Allí, en aquel lugar donde estar despierta signifique seguir soñando, mi ser se dividirá en dos, y mi alma, en ambos entes presente, se librará de seguir despertando.

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