19 de octubre de 2014

El Payaso Diabólico


Corro, hacia ninguna parte, pero corro. Solo pienso en correr, correr, correr y correr. Y cuando termino con la última parte de la mísera energía que me queda, caigo rodando al suelo. "Debo correr" pienso, pero no puedo más, el cansancio me gana, apenas puedo moverme. Pienso en mi colega, debió de derrumbarse antes que yo. De repente, de ninguna parte, una hoja de papel aparece. La cojo a duras penas. En ella está escrito:

Podréis correr, huir, esconderos... Mas sabed que todo lo que hagáis será en vano. Pues antes de la media noche estaréis agonizando. Y en vuestro último suspiro, os regalaré mi más pura sonrisa.

El Payaso Diabólico.

Cierro los ojos y termino sucumbiendo a los brazos de Morfeo.

En mi cabeza resuena la música del circo. De repente para y se apagan las luces. Aparece un foco de luz en el centro de la carpa.

-¡Bienvenidos!, el espectáculo está a punto de empezar. Pero antes debo avisaros: el espectáculo es una mera representación de la realidad, y cuando menos os lo esperéis estaréis formando parte del él. Pero... si sois amantes del terror, estoy seguro que lo disfrutaréis. ¡Prepararos!, ¡pues va a comenzar el espectáculo más esperado del momento..! Que comience... el circo del horror- terminó en un susurro retumbante. A continuación oigo carcajadas y más carcajadas.

Una risa me despierta.

-Espero que lo hayas disfrutado, el espectáculo está a punto de acabar.- dijo con una espeluznante sonrisa en su rostro.

Clava su cuchillo en mi pecho varias veces, noto el frío recorrer mi cuerpo. Me estoy yendo.

Y me fui, con su sonrisa despidiéndose de mí.

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