7 de noviembre de 2015

Supérate

Cierra los ojos, imagina.
¿Qué ves? Nada, no ves nada. es todo como una pantalla negra. De pronto parece un punto blanco en el medio de esta pantalla. Se acerca, poco a poco comienzas a distinguir lo que es. Es una ventana. Te acercas a ella. Te asomas y miras. Estas en una montaña. Una montaña totalmente nevada. casi al borde del abismo. Pero hay un pequeño camino debajo de la ventana. te bajas en él. La capa de nieve que pisas no es muy gruesa así que caminas sin dificultad. Observas el paisaje a tu alrededor. Apenas ves el valle que hay al final de este precipicio. Distingues otras montañas que rodean a la tuya. Sigues mirando cada detalle de tu entorno. Una cabaña a lo lejos. ves caminos que suben aquellas montañas. Ves águilas que pasan por encima de las cumbres.
De pronto,tu atención se centra en un puente que esta a tu izquierda. un puente hecho con madera y con cuerdas. Parece frágil. ¿Lo atraviesas? ¡Vamos! En realidad te apetece atravesarlo. Pero... ¿tienes miedo de que se rompa? Quítate ese miedo, suprímelo de tu conciencia. En este mundo no existe tal cosa. En este mundo, no existen límites para nuestros objetivos y nuestras capacidades.
Con esta nueva perspectiva cruzas el puente. Está en perfectas condiciones, no iba a romperse. Venciste tu miedo y ahora ves lo absurdo que era tener ese miedo. Por ello te siente bien contigo, y sigues caminando hacia otra colina. Otro mundo. Otro obstáculo. Otro reto. Poco a poco lo que te rodea se hace más pequeño ante ti. comienza a alejarse. Entras el una dimensión de oscuridad. Las colinas, el puente, la cabaña. Todo se aleja y se convierte en un punto lejano. Se vuelve blanco hasta al final desaparecer. Todo a quedado oscuro.
Abre los ojos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario